Delta del Tigre: ¿Cuándo es el mejor momento para visitarlo?
El Delta del Tigre tiene una actividad turística que no se detiene durante todo el año, termina siendo el destino de turistas argentinos, otros provenientes de países vecinos y los aventureros que huyen de Europa y quieren encontrarse con las aguas marrones del Paraná.
En redes sociales, y blogs abundan experiencias maravillosas sobre este destino predilecto, pero ahora iremos aún más allá, cuándo se disfruta mejor del sol, la temperatura del agua, el clima, los bancos de arena, para hacer de su experiencia una estadía inolvidable.
Temporadas del año para el turismo
Para decidir el momento perfecto de disfrutar ampliamente del paseo turístico en Delta del Tigre, es importante evaluar el clima y las temporadas en que deseas visitar esta hermosa localidad, tomando en cuenta además que el cometido es gozar de la intemperie.
Argentina, como todo el sur de América, experimenta el verano mientras Europa atraviesa el frío y duro invierno, y viceversa. Por ende, cuando en España el verano es en junio, julio y agosto, en Argentina es en diciembre, enero y febrero.
Dependiendo de la región y su determinación del clima, esto puede variar gradualmente. La provincia de Buenos Aires se caracteriza por tener un clima mediterráneo, independientemente de la época del año.
En vista de que la temporada de invierno y verano están invertidas con las de Europa, es ideal para que los habitantes del viejo continente disfruten de un clima cálido en todas sus vacaciones.
El clima húmedo en general brinda una sensación amazónica, los amantes de los deportes extremos y al aire libre encontrarán en Delta Del Tigre un escenario apto para sus actividades durante el año, trekking, kayak, vela, remo, son las opciones más destacadas, sin embargo, seguramente cada viajero hará de estas aguas su mejor contexto para disfrutar.
Variaciones del clima
Tigre posee el clima oceánico, es decir, la temperatura media anual es de 21°C, pudiendo disminuir a 6°C. Por ello, según las opiniones de los turistas, la mejor temporada para ir es en tiempo caluroso.
El día más caluroso en el Delta es el 14 de enero y la temperatura fresca dura aproximadamente tres meses, específicamente entre mayo y agosto. Siendo a su vez, el día más frío el 14 de julio, en donde la temperatura máxima es de 15°C.
Los cielos son mayormente descubiertos, es decir, la presencia de nubes es poco ocasional. Esta característica es perfecta para las fotografías, ya que la luminosidad natural se mantiene desde el amanecer hasta que el sol se oculta entre las grandes arboledas.
Los días más lluviosos varían entre octubre y abril, donde la probabilidad más elevada de un día lluvioso, se encuentre en los primeros días del mes de febrero, mientras que la menor probabilidad se encuentra en agosto.
En Delta del Tigre la humedad varía en exceso, a diferencia de otras localidades que se encuentran en las adyacencias. El día más húmedo está en el mes de febrero, en donde puede llegar a ser insoportable y opresivo para la piel y la comodidad en el disfrute de las actividades. En vista de que el Delta es toda la localidad cercana al río, es importante saber también la temperatura del agua de acuerdo a la variación estacional del año. En enero el agua es más caliente, mientras que en julio está más fría.
En Tigre los meses de verano son calientes con tendencia a ser ligeramente húmedos. Mientras que los inviernos son fríos y con alta probabilidad de precipitación, además de vientos fuertes.
Las variaciones climáticas son extremistas, sin embargo se mantienen dentro de un rango aceptable para turistas de todas las partes del mundo, ofreciendo temperaturas aptas para que cualquier persona se acostumbre.
Época ideal para viajar a Delta del Tigre
Así, se puede concluir que los mejores meses para visitar Delta del Tigre son de enero a abril y entre octubre y diciembre, ya que brinda un clima cálido, agradable y pocas precipitaciones, característica ideal para entretenerse con las actividades al aire libre.
Marzo es el mes perfecto para ir al Delta, ya que los mosquitos no serán un problema y es temporada de la Nuez de Pecán, el fruto por excelencia de esta localidad. Además, el sol brilla con la suficiente intensidad para que puedas tomarlo en las orillas, sin llegar a sentir un calor incómodo o dañino para la piel.
Además, para poder visitar los islotes, pasear libremente en lanchas o incluso participar en el kayak, es necesario que no sea en días de lluvia, sino en días aptos para salir al aire libre sin inquietudes.
Sin embargo, hay quienes prefieren visitar el Delta en temporadas más frías, para dejarse envolver en la neblina que llega a las orillas de las islas donde se encuentran las cabañas de hospedaje.
Ir al Delta en época de invierno no solo garantiza noches frías, sino que también puede existir una alta posibilidad de que las lluvias no permitan a los turistas salir del lugar en donde se hospedan, porque es usual que las precipitaciones duren varios días sin detenerse.
Ahora que tienes conocimiento del clima en las distintas temporadas del año y sus condiciones, puedes escoger la que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas con el viaje.
Recuerda llevar en tu visita ropa abrigada y paraguas si optas por ir a mediados de año, o utilizar repelente para los mosquitos, ropa fresca y protector solar adecuado para tu piel, en caso de que desees ir en verano.
El Delta ofrece una variación equilibrada entre climas y temperaturas, que pueden hacer contraste con los sitios turísticos a los que desees asistir dentro de la localidad, acompañado siempre de la indumentaria y vestimenta correcta.
Cada estación tiene sus ventajas y garantizará una vivencia inolvidable, así seas amante de las temperaturas altas o bajas. Sin importar las actividades que puedas desarrollar en tu paseo.
Pasarse por Delta del Tigre es una aventura que debes sumar a tu vida, la experiencia completa que te ofrece este lugar te brindará esa desconexión del movimiento urbano que necesitas, a tan solo 33km de la ciudad autónoma de Buenos Aires, en compañía de tu familia o pareja para disfrutar en conjunto o en solitario para liberar tensiones y encontrarse consigo mismo.